.
Estrella que brillas en el monte
como un solo rayo
En la sierra de los milagros,
Escucha al pueblo.
Todo el pueblo
Acude alegre,
Ricos y pobres
Grandes y pequeños
Avanzan por sí mismos,
Para que sus ojos te distingan,
Y de allí regresar
Llenos de gracia
Príncipes y magnates
de regia estirpe,
generaciones poderosas
obtenidas las indulgencias
proclaman sus pecados
golpeándose el pecho,
de rodillas proclaman allí: Ave María.
Prelados y Barones
Ilustres compañeros,
Todos los religiosos
Y presbíteros,
Soldados, mercaderes
Ciudadanos, marineros,
Burgueses y pescadores,
Son recompensados allí.
Rústicos labradores,
También notarios,
Abogados, escultores,
Carpinteros,
Tejedores y zapateros,
También carniceros,
Artistas y todos los demás
Te dan parabienes allí.
Reinas, compañeras,
Ilustres señoras,
Poderosas y criadas,
Jóvenes, niñas,
Vírgenes y viejas,
También las viudas
Y las religiosas
Suben a este monte.
Todos los reunidos
Se congregan allí
Para presentar sus ofrendas,
Y se retiran
Cuando las entregan,
Todos se enriquecen al ver esto,
Y felizmente honrados,
Regresan libres.
Así pues todos los que pedimos
de uno y otro sexo,
los que hemos limpiado nuestras mentes
oremos devotamente a la Virgen gloriosa,
Madre de clemencia,
Y sintamos de verdad Su gracia celestial.
como un solo rayo
En la sierra de los milagros,
Escucha al pueblo.
Todo el pueblo
Acude alegre,
Ricos y pobres
Grandes y pequeños
Avanzan por sí mismos,
Para que sus ojos te distingan,
Y de allí regresar
Llenos de gracia
Príncipes y magnates
de regia estirpe,
generaciones poderosas
obtenidas las indulgencias
proclaman sus pecados
golpeándose el pecho,
de rodillas proclaman allí: Ave María.
Prelados y Barones
Ilustres compañeros,
Todos los religiosos
Y presbíteros,
Soldados, mercaderes
Ciudadanos, marineros,
Burgueses y pescadores,
Son recompensados allí.
Rústicos labradores,
También notarios,
Abogados, escultores,
Carpinteros,
Tejedores y zapateros,
También carniceros,
Artistas y todos los demás
Te dan parabienes allí.
Reinas, compañeras,
Ilustres señoras,
Poderosas y criadas,
Jóvenes, niñas,
Vírgenes y viejas,
También las viudas
Y las religiosas
Suben a este monte.
Todos los reunidos
Se congregan allí
Para presentar sus ofrendas,
Y se retiran
Cuando las entregan,
Todos se enriquecen al ver esto,
Y felizmente honrados,
Regresan libres.
Así pues todos los que pedimos
de uno y otro sexo,
los que hemos limpiado nuestras mentes
oremos devotamente a la Virgen gloriosa,
Madre de clemencia,
Y sintamos de verdad Su gracia celestial.
Traducción del inglés: Judith Vainman
No hay comentarios:
Publicar un comentario