Regresa, dulce amor,
invítame ahora a tus gracias
que niegan darme el placer
que me deben.
Ver, oír, tocar, besar, morir,
contigo otra vez en la más dulce compasión.
Regresa, así puedo dejar de llorar
por tu cruel desdén.
Ahora que estoy solo y desolado
me siento, suspiro, lloro, desfallezco, muero
con dolor mortal y miseria sin fin.
Toda la noche
mi dormir se puebla de sueños.
Mis ojos se llenan de ríos.
Mi corazón no halla deleite.
Ver los frutos y las alegrías
que otros encuentran.
Y notar las tormentas
que me son destinadas.
Traducción: Gabriela Gallo
La estrenamos en el Ciclo de Música Antigua, el 14 de septiembre de 2014.
V Festival Shakespeare - 2015
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